Hace ya unos veinte días que no sabéis de mi, pero es que he estado muy atareadilla con los preparativos de la comunión de mi hijo Javier.
Ha sido algo muy familiar, y sencillo; pero quería hacerle yo misma los regalitos para los invitados, y que fueran algo más personal y único y que les recordase este día tan especial para nosotros.
Así que para las abuelas y titas les hice unos llaveros con sus iniciales decorados con lazos y abalorios para que luzcan en sus llaves o bolsos.
Para los abuelos y titos les regalamos unos boligrafos con un niño de comunión y la fecha junto al nombre de Javier.
Para los niños y niñas preparé diferentes bolsitas con regalos según sus edades y gustos, con juguetillos y sorpresas, y un detalle también personalizado, unos llaveros de madera que mi hijo decoró él mismo para cada uno de sus primos y amigos (que no pierda la tradición familiar de hacer nuestros propios regalos). Y le gustó mucho hacerlos estos días.
Por supuesto, a todos les regalamos también un recordatorio con fotografías de Javier a cuatro caras, que le ha hecho su tío Hito y su tía Paqui, y que ha quedado precioso (a mi parecer, claro que siendo la madre), y un marcapáginas también con su fotografía recuerdo de la comunión.
El trabajillo ha merecido la pena porque salió todo fenomenal y pasamos un día estupendo en familia, y Javier dice que ha sido el mejor día de su vida...
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